Conecta: El triángulo de la educación emocional de los niños y adolescentes

El pasado fin de semana, el Colegio Menor en Quito, fue sede del II Congreso de Educación Emocional, "Conecta", un evento que destacó la importancia de comprender cómo los niños y adolescentes aprenden y perciben el mundo. Este entendimiento es clave para que padres y educadores puedan acompañar de manera efectiva en el desarrollo emocional y cognitivo de las nuevas generaciones.

En un contexto donde los avances tecnológicos y la globalización han transformado el estilo de vida en un entorno de inmediatez, búsqueda constante de gratificación instantánea y sobreestimulación, los retos en la educación y la crianza se han intensificado. Por tanto, comprender cómo funciona el cerebro, cuidar la salud mental y reconocer el papel esencial de las emociones en la vida, no es solo importante, sino urgente.

"Por ello, el propósito es acercar la educación emocional a las instituciones educativas, acompañándolas en el camino hacia una educación de mayor calidad". 

Aurora Díaz - Conecta

De este modo, "Conecta" busca aportar a la sociedad con estrategias y herramientas prácticas que impulsen el desarrollo cerebral, social y emocional de los niños, niñas y adolescentes del país. 

Voces internacionales

En esta segunda edición de educación emocional, expertos internacionales como de México, Argentina, Chile y España, invitaron a los asistentes a reflexionar sobre sí mismos, entendiendo que solo desde el autoconocimiento es posible tomar decisiones conscientes en la crianza y la educación, tanto en el hogar como en el aula.

Entre los ponentes estuvieron Andrea Cardemill, con el tema Tolerancia a la frustración: la habilidad que falta desarrollar en el mundo de hoy; Mar Romera, quien se enfocó en la Innovación y transformación educativa; Lucas Raspall, con su charla sobre Neurociencias para educadores y padres de familia; César Bona, quien analizó la Tecnología, ¿sí o no?: Hacia un nuevo paradigma; y Lety Valero, con El cambio comienza desde el corazón.

Este congreso reafirmó la importancia de una educación emocional sólida para enfrentar los desafíos de un mundo en constante cambio y construir un futuro más consciente, resiliente y humano.