"No se lleven la mercadería", el ruego de los informales en un operativo de control en Quito
Con camionetas, motos y un camión, agentes municipales realizaron un operativo contra el comercio informal en Quito, la mañana del 14 de marzo de 2024. Los agentes se llevaron la mercadería de quienes no tenían permisos.
Agentes municipales retiran la mercadería de un comerciante informal en Quito, el 14 de marzo de 2024.
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Son las 10:40 del 14 de marzo de 2024. Un megaoperativo contra el comercio informal se prepara en el Comando del Cuerpo de Agentes Municipales de Quito, ubicado en el norte de Quito.
Unos 25 funcionarios, entre inspectores de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) y agentes municipales, parten del cuartel a bordo de un camión, dos camionetas y dos motocicletas.
El objetivo es claro: despejar las calles y veredas del centro comercial y financiero de la capital que ha sido tomado por vendedores informales.
Apenas han transcurrido 10 minutos de recorrido y se registran los primeros enfrentamientos entre funcionarios municipales y comerciantes sobre las avenidas Amazonas y Naciones Unidas.
Los agentes identifican a una vendedora de maduros con queso que no tiene permiso para ejercer esta actividad. "No, por favor. Es lo único que tengo para subsistir", alcanza a decir la mujer, mientras forcejea con los agentes e inspectores que retiran la mercadería y la suben al camión.
Al percatarse de la presencia del camión y de las motos, vendedores de ropa, jugo y huevos de codorniz corren hacia el norte para escapar del operativo. Quienes venden granizados, espumillas y jugos de todo tipo de frutas lo hacen hacia el sur.
"Miserables. Ladrones. Inhumanos. Dejen trabajar en paz", gritan los transeúntes que a esa hora pasan por la zona.
Los 25 funcionarios dejan el lugar. Avanzan por las calles Nuñez de Vela y Corea, donde se registra otro encontronazo. Esta vez con un vendedor de empanadas, que no tenía el permiso único de comercio autónomo (PUCA).
Este es el documento que certifica que una persona está autorizada a ejercer una actividad económica en las calles.
"¿Por qué me hacen esto si no hago nada malo? Solo trabajo para mantener a mi familia", reclama el hombre.
Uno de los agentes que evita que los ciudadanos impidan el retiro de la mercadería justifica su trabajo. "Los comerciantes han recibido dos y hasta tres advertencias. No estamos en contra del trabajo, pero debe haber orden", señala.
Edificios como escondites
Ha pasado alrededor de 50 minutos desde que empezó el operativo y los agentes e inspectores ya han hecho tres retiros de mercadería y varias advertencias.
Deciden que es momento de avanzar hasta las avenidas Naciones Unidas y República de El Salvador. En los últimos meses, habitantes de este sector se han quejado de la falta de control al comercio informal.
En el trayecto hacia esa zona, los agentes se acercan a una mujer que vende frutas en un coche. Cuatro de ellos la rodean y le piden el PUCA. No lo tiene. Le informan que le retirarán los productos para llevarlos a las bodegas de la AMC.
Entre lágrimas, la mujer suplica: "No sea malito, por Dios. De esto vivo. Por Dios, ya me voy, pero no se lleven la mercadería".
Los inspectores y agentes se miran. Uno de ellos toma ls palabra y le dice a la comerciante que esta vez no se llevarán la mercadería, pero le insiste en que obtenga el PUCA.
Mientras el camión y las motos recorren la avenida Naciones Unidas, los vendedores corren, se adentran en el parque La Carolina y otros se esconden en edificios del sector.
Los agentes alcanzan a ver a dos que no logran a ingresar a un parqueadero. Les piden los permisos, pero ninguno tiene.
Uno de ellos se aferra a su coche de venta de comida. Es necesario que cuatro agentes intervengan para llevarse los alimentos y las gafas del otro vendedor.
Los funcionarios colocan los productos en el camión a toda prisa. Se suben a las motos y se pierden en el tráfico que se forma a diario en el lugar.
"No somos ladrones. Nos ganamos el pan honestamente", reclama uno de los comerciantes, mientras que los que lograron escapar se toman nuevamente las calles del sector.
Retiro de productos y sanciones
La Agencia Metropolitana de Comercio (AMC) recuerda que el retiro de la mercadería es el último paso antes de emitir una multa económica.
Javier Freire, director de Gestión Interinstitucional de la entidad, explica que "antes del retiro de la mercadería, los inspectores entregan dos advertencias en las que se notifica a los comerciantes que deben tener el PUCA para ejercer una actividad comercial en el espacio público".
Dice que entre octubre y diciembre de 2023 no se realizaron retiros de productos, pues "el alcalde Pabel Muñoz dispuso que primero se haga un proceso de socialización".
El funcionario detalla que los comerciantes pueden reclamar los productos en las bodegas de la AMC, pues no se trata de un decomiso, sino de una retención.
"Cuando se acercan a las bodegas, le notificamos que inicia el proceso sancionador. Si se comprueba que hubo la infracción, la multa es del 50% del salario básico, es decir, USD 230 en 2024 por mal uso del espacio público", señala Freire.
Según la AMC, entre diciembre de 2023 y el 14 de marzo de 2024 se realizaron 317 retenciones de mercadería y se entregaron 1.423 actas de advertencia.
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