Ministro de Ambiente niega que flota extranjera capture especies en Galápagos
Según el ministro del Ambiente y Transición Ecológica, Gustavo Manrique, el nuevo corredor marino tropical, que nace en Galápagos, ayudará a controlar la pesca incidental de flotas extranjeras.
Dos tiburones martillo en las aguas de las islas Galápagos, el 22 de julio de 2017.
Ministerio del Ambiente
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En la pasada y tan esperada cumbre climática COP26, celebradas en Glasgow, el mundo aplaudió la iniciativa de Ecuador de crear la Reserva Marina Hermandad, para poner a salvo a miles de especies marinas, como los tiburones martillo, tortugas o mantarrayas.
De esta Reserva se desprende un proyecto ecológico que hace poco recibió USD 150 millones de varios donantes, como la fundación de Jeff Bezos, el Fondo Verde del Clima y el Banco de Desarrollo alemán.
Se trata del Corredor Marino del Pacífico Tropical Oriental (CMAR), que conectará a las islas Galápagos, con la isla Malpelo en Colombia, y las islas Cocos y Coiba en Costa Rica y Panamá, respectivamente.
En entrevista con PRIMICIAS, el ministro del Ambiente, Gustavo Manrique Miranda, explica en qué consiste esta zona libre de pesca comercial, la más grande del mundo, y cómo ayudará a proteger a las especies de la amenaza de flotas extranjeras.
¿Cuál es la razón de ser del nuevo corredor marino tropical?
La principal es proteger esta columna de agua por donde pasan un sinnúmero de especies, se alimentan y se reproducen. Era un tema de responsabilidad con la población y con nuestros descendientes.
Ecuador contribuye con 60.000 kilómetros cuadrados y entre las cuatro naciones sumamos 500.000, pero más que la cantidad, Galápagos constituye el núcleo del corredor por su riqueza biológica.
¿Será una herramienta para monitorear la pesca incidental?
Reconozco que el corredor es un nuevo concepto, porque si bien el ser humano ha creado las fronteras, las especies no conocen de límites. Un tiburón puede estar hoy en Ecuador, cuatro días después en Costa Rica y luego regresar a Colombia.
En ese sentido, el corredor de mar pretende establecer políticas públicas similares entre los países miembros para tener accesiones de protección similares.
También ayudará a la creación de mesas técnicas, para que los planes de manejo ambiental sea más o menos parecidos.
Sin duda, los fondos también servirán para repeler y controlar la pesca comercial incidental.
Los USD 150 millones son un punto inicial, ¿pero la conservación ambiental necesita mucho más?
No quiero sonar poco conforme o muy ambicioso, pero sí es un capital semilla. En tres o cuatro meses haremos otros anuncios de financiación, porque la Reserva Marina viene acompañada de otros recursos financieros en los que estamos trabajando.
¿Parecería que al margen de los esfuerzos ambientales, siempre hay flotas extranjeras acechando a Galápagos?
A la población le parece, pero no es una realidad. La flota pesquera internacional pesca en aguas internacionales, en una jurisdicción internacional donde pueden moverse y pescar, que no estemos de acuerdo con sus prácticas es otro tema.
Pero no entran a la zona económica exclusiva insular, peor aún a Galápagos.
Como mencionó, las especies no conocen de fronteras. ¿Si salen del corredor, pueden ser capturados?
Totalmente, puede ser capturados, por eso estamos protegiendo la zona de mayor valor biológico, donde las especies se reproducen.
Hay que entender que cada zona tiene políticas distintas, así como en el Pacífico este tropical tenemos reglas, en el Pacífico oeste hay prácticas diferentes.
Las nuestras son más sostenibles, porque por ejemplo obligamos a los pescadores a hacer veda 100 días al año.
"Esta es la voz que estamos elevando: nosotros tenemos prácticas sustentables, ustedes también deberían hacerlo".
Gustavo Manrique, ministro del Ambiente.
Cuando se amplió la reserva marina hubo resistencias de un sector pesquero, ¿fueron solucionadas?
Ese tema se solucionó por completo producto del diálogo. Quienes buscaban la creación de la reserva pedían 420.000 kilómetros de zona libre de pesca, de los 720.000 kilómetros que componen la zona económica exclusiva insular.
Pero el sector pesquero, que aporta con USD 2.500 de millones al PIB, pensaba que eso era una locura.
El rol del Gobierno y del Ministerio fue acercar las dos posturas y acordamos en 60.000 kilómetros protegiendo el núcleo del corredor. Como no podíamos proteger tanto, priorizamos las zonas por donde navegan los tiburones martillo.
¿Por qué a esta especie?
Si se elimina al tiburón de la cadena atrófica, todo lo demás cambia de comportamiento. Y Ecuador, siendo núcleo de la reserva, del corredor, y de la Teoría de Darwin, debe controlar que esto no suceda.
Además, una parte de la reserva (30.000 kilómetros) es ‘no take’, es decir, cero pesca y en otras queda prohibido el uso de artes de pesca más agresivas como el palangre.
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