Viernes, 03 de mayo de 2024

Así se relacionan la violencia, los ejes viales y las rutas del narcotráfico en Ecuador

Autor:

Alexander García

Actualizada:

22 Abr 2024 - 5:59

Los cantones en el límite entre Cañar y Guayas registraron las más altas tasas de homicidios en 2023. Los Ríos también se erigió en zona estratégica donde aumentó la presencia de bandas criminales y conflictos por las rutas de transporte y acopio de drogas.

Autor: Alexander García

Actualizada:

22 Abr 2024 - 5:59

Destacamento policial de El Triunfo, en Guayas, en una de las zonas del país donde se registraron las más altas tasas de homicidios en 2023. - Foto: API

Los cantones en el límite entre Cañar y Guayas registraron las más altas tasas de homicidios en 2023. Los Ríos también se erigió en zona estratégica donde aumentó la presencia de bandas criminales y conflictos por las rutas de transporte y acopio de drogas.

La intersección entre la violencia y los ejes viales, en las rutas del narcotráfico, queda delineada en un análisis de los índices de homicidios durante el 2023 en Ecuador. 

Los cantones fronterizos entre las provincias de Cañar y Guayas, así como poblaciones de la provincia de Los Ríos, emergen como puntos críticos donde la incidencia de homicidios alcanzó el año pasado niveles alarmantes.

El análisis a escala cantonal destaca a Guayaquil como un epicentro de la violencia, pues concentró un 28,99% de todos los homicidios del país. 

La ciudad alcanzó 2.320 muertes violentas en 2023, cinco veces más homicidios que Durán (450), la segunda en el ranking, y siete veces más que Esmeraldas (306), la tercera.

Pero sí se aplica la fórmula de la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes, una medida con menor sesgo estadístico, los resultados son muy diferentes.

El Piedrero es una zona no delimitada de Ecuador que está entre Guayas y Cañar.

El Piedrero es una zona no delimitada de Ecuador que está entre Guayas y Cañar.  FOTO: Carolina Mella / PRIMICIAS

Este enfoque revela que El Piedrero, en la frontera entre Guayas y Cañar, con sólo 6.000 habitantes, es el cantón más afectado por la violencia con relación a su población. Su tasa es estratosférica: 476.74 homicidios por cada 100.000 habitantes. 

De hecho, este cantón ha venido obteniendo la tasa más alta del país desde 2021, una conexión directa con la presencia de grupos criminales en la zona, de acuerdo a un informe del Observatorio de Crimen Organizado (OECO).

Esto coincide con el también aumento drástico en la tasa de homicidios por 100.000 habitantes de cantones aledaños como La Troncal (Cañar) y El Triunfo (Guayas), que presentan tasas muy por encima del promedio latinoamericano a partir de 2021, apunta el Observatorio. 

Con Naranjal, estos dos últimos cantones conforman un triángulo clave en materia logística también para el ingreso de armas desde el sur del país, en un territorio disputado por bandas criminales.

Nodos del narcotráfico en ejes viales

La importancia estratégica de esta zona entre dos provincias para el crimen organizado, que conecta como bisagra también con Azuay y El Oro, reside en que es un punto de conexión entre la ruta de entrada de droga de la sierra con Guayaquil o Machala, puertos claves para el narcotráfico. 

En efecto, cantones que se encuentran en la vía Guayaquil-Machala, como Balao, Naranjal y Camilo Ponce Enríquez, registran también las mayores tasas de homicidios a nivel nacional, “mostrando que el Estado ha ido perdiendo paulatinamente el control de la zona”. 

De hecho, en la localidad minera de Ponce Enríquez (Azuay) asesinaron al alcalde José Sánchez, la noche del pasado miércoles 17 de abril.

Si bien el primer lugar de El Piedrero, el poblado más violento de Latinoamérica no implica necesariamente una priorización en términos de acción política y policial, pues en términos absolutos registró 37 crímenes el año pasado, el ranking sí subraya territorios claves. 

Así, los cantones en las primeras posiciones emergen como puntos estratégicos, cuya estabilización e imposición de la ley no solo pueden aliviar la calidad de vida en esas zonas, sino que pueden restringir los flujos criminales dentro del país, anota el Observatorio.

El Boletín anual de homicidios intencionales en Ecuador de OECO también destaca un incremento significativo de homicidios en los cantones Puebloviejo, Urdaneta, Quevedo, Buena Fe y Ventanas, todos en la provincia de Los Ríos. 

Esto sugiere un aumento en la actividad delictiva relacionada con el almacenamiento (bodegaje) y transporte de drogas hacia Manabí y Guayas. También con un aumentó la presencia de bandas criminales en disputa, cometiendo toda una serie de delitos conexos.

El anillo vial de Quevedo consta de cerca de 40 kilómetros, una vía desolada de Los Ríos y propicia para asaltos y ataques armados.

El anillo vial de Quevedo consta de cerca de 40 kilómetros, una vía desolada de Los Ríos y propicia para asaltos y ataques armados. MTOP

Conflictos en las rutas de drogas a escala provincial

Los Ríos se convirtió el año pasado en la provincia con mayor tasa de homicidios a escala nacional, 110,83 por cada 100.000 habitantes. En segundo puesto se ubicó Guayas (tasa de 85,66) y en tercero Esmeraldas (82,87), que redujo su violencia respecto a 2022.

En el análisis por provincias, las zonas de planificación comprendidas por Los Ríos, Guayas, Santa Elena y Bolívar registraron un aumento del 120% en su tasa de homicidios. “Los conflictos por las rutas de transporte y acopio de drogas, contribuyen a esta alza”.

Los Ríos concentra más violencia que Guayas y Esmeraldas, por tasa de homicidio

Renato Rivera, director de OECO, informó que el informe de la entidad arroja luces sobre tres grandes puntos en los que se debería trabajar en materia de políticas públicas. 

El primero es precisamente esta relación entre las rutas del tráfico de drogas y los homicidios por territorio. Se trata de nodos relacionados también con un segundo aspecto, el tráfico de armas, que a menudo pasa inadvertido, advierte. 

“Nueve de cada 10 homicidios se cometen con armas de fuego y están relacionados mayormente con estos puntos. Es importante ver esta causalidad con las arterias viales”, dice el especialista en economía del crimen organizado y seguridad internacional.

“Cuando tienes una vía grande que se separa en dos o tres ramales, tienes una concentración importante de homicidios, por el tráfico de drogas”.

Renato Rivera, Observatorio del Crimen Organizado.

En tercer término, Rivera destaca delitos ambientales que están generando violencia.

De hecho, menciona cantones como Las Naves (Bolívar) y provincias amazónicas, que carecían de ciclos violencia y donde empiezan a incrementarse los crímenes, por la minería ilegal. 

Provincias con baja incidencia de homicidios como Zamora Chinchipe, Pastaza, Morona Santiago y Orellana reportaron los mayores incrementos de tasas de homicidios en 2023, mostrando un avance de la criminalidad en zonas tradicionalmente pacíficas. 

El análisis cantonal y provincial del Observatorio 

  • En lo referente a las ciudades principales del país (con más de cien mil habitantes),  el cantón Durán es el más violento en relación a su número de habitantes (148.07), seguido por Esmeraldas, Quevedo, La Libertad y Manta. 
  • Cabe destacar el incremento de homicidios durante el segundo semestre de 2023 en la Libertad y Manta, que posicionó a las ciudades entre las primeras del país en el índice por tasa de homicidios. 
  • Por su parte, un caso digno de estudio pueden ser los de cantones como Chone, Santo Domingo y Esmeraldas, que redujeron importantemente sus tasas. 
  • En tanto, otras ciudades que muestran reducciones en sus tasas de homicidios en comparación con 2022 son Ambato, Latacunga y Cuenca.
  • Por otro lado, 11 provincias tienen una tasa superior al promedio latinoamericano. Y siete presentan tasas extraordinarias (superiores a 40): Sucumbíos, Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, Guayas, Santa Elena y El Oro. Las otras cuatro por encima de la media regional son Santo Domingo, Cañar, Pastaza y Orellana.
  •  A pesar de que Esmeraldas fue la tercera provincia con mayor tasa de homicidios en el país, muestra un decrecimiento, sugiriendo que la violencia en la provincia después de crecimientos exponenciales, podría estar llegando a una meseta.