Jueves, 27 de junio de 2024

"Parece que se nos viene encima", dice vecina del Fantasía, el edificio inclinado en el centro de Guayaquil

Autor:

Alexander García

Actualizada:

19 Jun 2024 - 17:54

El Municipio de Guayaquil prevé iniciar estudios para demoler el edificio Fantasía, de 14 pisos, ubicado en 9 de Octubre y Esmeraldas. En los predios vecinos han comenzado a notar daños en paredes divisorias y el Consejo Barrial pide una demolición controlada.

El edificio Fantasía, que sufre de hundimiento e inclinación, se ubica en la avenida 9 de Octubre y calles Esmeraldas, en el centro de Guayaquil.

Autor: Alexander García

Actualizada:

19 Jun 2024 - 17:54

El edificio Fantasía, que sufre de hundimiento e inclinación, se ubica en la avenida 9 de Octubre y calles Esmeraldas, en el centro de Guayaquil. - Foto: PRIMICIAS

El Municipio de Guayaquil prevé iniciar estudios para demoler el edificio Fantasía, de 14 pisos, ubicado en 9 de Octubre y Esmeraldas. En los predios vecinos han comenzado a notar daños en paredes divisorias y el Consejo Barrial pide una demolición controlada.

La columna que es el soporte central del edificio Fantasía, en el centro de Guayaquil, se hundió en el piso unos 40 centímetros. Y esa es la misma distancia de inclinación que sufre la edificación, según estima el Municipio, ladeado hacia adelante y a su derecha.

Desde la acera la inclinación parece aún mayor y los transeúntes que caminan por el lugar alzan la mirada o se alejan del cerco metálico con el que se ha rodeado la base. 

El Fantasía se ubica en la avenida 9 de Octubre y Esmeraldas, en pleno centro de Guayaqui, cuenta con 14 pisos, 90 metros cuadrados y medio siglo de antigüedad. La Municipalidad anunció este miércoles 19 de junio que comenzó a trazar una ruta para su demolición. 

En la céntrica avenida 9 de Octubre los vecinos dicen que el hundimiento y la inclinación de la estructura se incrementa cada día, lo que genera preocupación por la seguridad de los transeúntes y de los predios aledaños. 

Los propietarios del restaurante Nueva Haijing, al lado este del Fantasía, permitieron la entrada de PRIMICIAS a su patio para constatar cómo la base del edificio se ha desprendido 10 centímetros del muro trasero. “Desde acá parece que se nos viene encima”, dijo la administradora. 

A la izquierda del edificio, se ubica una villa esquinera de tres pisos y reminiscencias a la arquitectura colonial. Se tata una antigua casa patrimonial en cuyos bajos funciona una cafetería. 

“La situación preocupa porque el subsuelo está cediendo y el problema necesita atención. Pero, por otro lado, el proceso de demolición debe mitigar la afectación a los vecinos, en una vía tan transitada y llena de negocios”, dijo Jefferson Bonozo, quien trabaja en el local.

Edificio rodeado de villas patrimoniales

Gustavo Rivadeneira, presidente del Comité de Moradores del Barrio Patrimonial de El Salado, en el centro de la ciudad, apunta que el proceso de demolición debe ser controlado. “Un trabajo de hormiga demoliendo piso por piso desde arriba” para evitar daños en las viviendas. 

El Fantasía está rodeado de villas que son patrimonios arquitectónicos de la urbe: la Casa Venecia, en la misma cuadra y acera, y otra ubicada en calle José Mascote.

El Consejo Barrial pidió al Municipio que expropie la edificación y proceda con la demolición porque los departamentos quedaron inhabitables y sin posibilidad de venta.

Álex Anchundia, gerente de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de Riesgos y Control de Seguridad de Guayaquil (Segura EP), aseguró que se ha realizado inspecciones en 2022, 2023 y 2024. Y agregó que 13 de los 19 propietarios están de acuerdo con la demolición.

Desde noviembre de 2023, el edificio fue clausurado y se ordenó la evacuación de sus ocupantes después de que las inspecciones concluyeran que era inhabitable.

Pero, el proceso de hundimiento inició mucho antes y se remonta a 2018. Las fallas responden, probablemente, a un error en los estudios de suelo, lo que ha generado el hundimiento y la inclinación, de acuerdo con la Municipalidad.

Enajenación forzosa y subasta pública

La viga central del edificio Fantasía, en el centro de Guayaquil, sufre un hundimiento de unos 40 centímetros.

La viga central del edificio Fantasía, en el centro de Guayaquil, sufre un hundimiento de unos 40 centímetros. PRIMICIAS

Fernando Cornejo, presidente de Segura EP, confirmó que el municipio busca concretar la demolición del edificio, para lo que primero se debe emitir un informe de riesgos. Luego se declarará el estado de vetustez del bien y se ordenará a los propietarios el derrocamiento.

Pero los propietarios han argumentado falta de recursos para enfrentar el costo de la demolición. Hace 10 años, el Edificio Magap (conocido como La Licuadora), que también estaba en el centro de Guayaquil, se demolió a un costo de USD 3,5 millones. Tenía 24 pisos y mayor área de construcción.

Y, para complicar el panorama, el Municipio enfrenta limitaciones para intervenir directamente el edificio Fantasía con fondos públicos, al tratarse de una propiedad privada. De hecho, se había dado plazo hasta diciembre para definir una solución, pero el proceso de inclinación se está agravando. 

En consecuencia, se contempla la aplicación del artículo 44 de la Ordenanza General de Edificaciones, que permitiría la enajenación forzosa del inmueble a través de una subasta pública, con lo que el nuevo propietario se encargaría de demoler. 

Ocho meses tomó derrocar otro edificio

Guillermo Ponce, presidente de la Comisión de Estructuras del Colegio de Ingenieros Civiles del Guayas, explicó que técnicamente es posible corregir la inclinación, pero este proceso es complejo y costoso debido a las características del suelo y de la estructura. 

El problema principal radica en la cimentación en un suelo blando, que no fue diseñada para soportar “la excentricidad causada por los grandes voladizos de la estructura”. Esto ha provocado el hundimiento paulatino y la pérdida de verticalidad, dijo.

La demolición debería hacerse de manera controlada y gradual, utilizando sierras para desmantelar el edificio poco a poco, agregó el docente de la Universidad Católica. Este método, aunque más lento, reduciría el riesgo de dañar las edificaciones circundantes.

El proceso podría tomar meses debido a la complejidad de la estructura y la necesidad de evitar un colapso repentino. Pero, conforme aumente la inclinación, será un trabajo más delicado, de acuerdo con el experto.  

El derrocamiento del Edificio del Magap, por ejemplo, tomó ocho meses (entre 2013 y 2014). Pero, en ese caso se trataba de un estructura que ocupaba toda una manzana y tenía áreas de retiro a su alrededor. Y el Fantasía está adosado a las paredes de sus vecinos.