Martes, 30 de abril de 2024

Cortes de luz: La única salida para Ecuador es que llueva torrencialmente

Autor:

Evelyn Tapia

Actualizada:

17 Abr 2024 - 5:40

Cortes de luz durarían al menos hasta que el agua en el gigantesco embalse Mazar vuelvan por encima de los 2.115 metros sobre el nivel del mar.

Vista del embalse de Mazar, desde Guachapala, Azuay, el 16 de abril de 2024.

Autor: Evelyn Tapia

Actualizada:

17 Abr 2024 - 5:40

Vista del embalse de Mazar, desde Guachapala, Azuay, el 16 de abril de 2024. - Foto: Facebook Alcalde de Guachapala.

Cortes de luz durarían al menos hasta que el agua en el gigantesco embalse Mazar vuelvan por encima de los 2.115 metros sobre el nivel del mar.

Dos días después de que varias ciudades del país volvieron a tener prologados cortes de luz, el Presidente Daniel Noboa dijo que declaró la emergencia del sector eléctrico la mañana del martes 16 de abril de 2024.

Sin embargo, todavía no están claras las acciones del Gobierno para enfrentar la crisis por falta de electricidad. De hecho, hasta las 17:29 de este 16 de abril de 2024 el decreto no estaba publicado.

Las más recientes declaraciones de Noboa, de hecho, han causado confusión, pues no está claro si los cortes de luz programados se suspenderán esta semana, o serán más cortos de lo previsto.

"Nadie me va a cuentear en el último segundo que hay que darle cinco horas de apagones a Guayas, nosotros no vamos a darle más apagones en esta semana. Eso lo hemos tomado como decisión", dijo el Presidente luego de anunciar la emergencia.

¿Los cortes de luz serán prolongados?

El anuncio de la emergencia en el sector eléctrico llega en un momento en el que el nivel de agua en el gigantesco embalse de la hidroeléctrica Mazar, en Azuay, ha caído a mínimos históricos.

El embalse de Mazar es clave para el país, pues es un reservorio de agua diseñado para abastecer a un complejo de hidroeléctricas que están ubicadas en forma de cascada: primero está Mazar, más abajo está Paute-Molino y al final, Sopladora.

Las tres hidroeléctricas tienen una potencia de 1.756 megavatios, lo que representa casi el 38% de la demanda nacional, por encima de Coca Codo Siclair, que tiene 1.500 megavatios de potencia.

Por eso es grave que el agua en el embalse de Mazar esté en 2.108 metros sobre el nivel del mar (msnm) hasta el 16 de abril de 2024, esto es, ocho metros por debajo de la cota mínima requerida para el correcto funcionamiento de la hidroeléctrica Mazar, que es de 2.115 msnm.

Se trata de niveles que no se vieron ni siquiera en octubre de 2023, uno de los meses de más fuerte sequía en ese año y cuando también se vivieron cortes de luz programados. En ese momento, el mínimo que alcanzó el agua en Mazar fue de 2.118 msnm.

Paute-Molino también tiene un embalse, más pequeño que Mazar, que está por debajo a la cota mínima, que es de 1.978 msnm. Hasta el 16 de abril el nivel del embalse de Paute-Molino era de 1.973 msnm.

La situación es más grave que en 2023

Antes de que el agua en el embalse de Mazar caiga por debajo de la cota mínima, el entonces presidente Guillermo Lasso decretó la emergencia y se establecieron cortes de luz programados de tres y cuatro horas que se extendieron hasta el 18 de diciembre de 2023.

Por eso, con el actual nivel de agua en el embalse de Mazar mantener los cortes de luz parece ser el escenario mas inminente y podrían ser, incluso, más prolongados, dice el experto en el sector eléctrico, Gabriel Secaira.

De ahí que en los primeros cronogramas de cortes de luz difundidos el 15 de abril de 2024, se establecieron apagones de hasta cinco horas en varias zonas del país.

Durante el período de cortes de luz de 2023, Colombia sí vendió electricidad a Ecuador, pero era una energía termoeléctrica generada con combustibles líquidos, y fue mucho más costosa en otros años, recuerda Secaira.

Pero el escenario es más grave en abril de 2024, dice Secaira, porque Colombia suspendió las exportaciones de electricidad a Ecuador.

Para que los cortes de luz se suspendan sería necesario que el embalse de Mazar vuelva a niveles óptimos, por encima de los 2.115 msnm. Pero, para retornar a esos niveles sería necesario al menos un par de semanas con lluvias torrenciales en la cuenca sur del país, dice Secaira.

Y ese escenario es incierto, por los cambios climáticos que ha traído el Fenómeno de El Niño.

Termoeléctricas no abastecen

De los 5.179 megavatios de potencia instalados en las centrales hidroeléctricas del país, solo estaban operativos 3.194 megavatios en promedio entre el 1 y el 15 de abril.

En un escenario normal, abril suele ser un mes de lluvias, en los que las hidroeléctricas solían operar a mayor capacidad, tanto, que centrales termoeléctricas podían salir de operación para mantenimientos.

Pero eso sería impensable en este momento. De hecho, lo más probable es que el mantenimiento que tenía que hacerse en las válvulas periféricas de la central Coca Codo Sinclair, que estaba previsto para 2024 no se realice, ya que esto produciría una mayor caída en la generación eléctrica.

Por la falta de lluvias y las restricciones de exportación de Colombia, lo óptimo para Ecuador sería suplir el déficit de electricidad con el parque termoeléctrico.

Sin embargo, eso no es posible. De los 1.745 megavatios de potencia del parque termoeléctrico, solo 762 megavatios están operativos; esto es, el 43%.

En el corto plazo hay pocas soluciones para aumentar la generación eléctrica en medio de esta crisis.

¿Hay soluciones a corto plazo?

Una medida que aportaría con 90 megavatios de potencia es la entrada en operación de la central termoeléctrica Enrique García, en Pascuales (Guayas), que está prevista para finales de abril de 2024.

También se espera que en agosto de 2024 entren en operación los motores Hyundai a diésel o semidiésel que compró la empresa pública Celec de forma directa y sin concurso en septiembre de 2023.

Estos motores, que aportarían con 50 megavatios, están destinados a recuperar la generación termoeléctrica de la Central Quevedo II, ubicada en Los Ríos. La primera fase de este proyecto decía entrar en operación en marzo, pero hay retrasos.

También está pendiente que entren en operación los 192 megavatios de la central de generación térmica a cargo de la empresa privada Energyquil, a la que se le adjudicó el contrato en noviembre de 2023, durante el Gobierno de Lasso.

Estaba previsto que las dos primeras unidades de generación de esta central entren en operación en abril de 2024, pero eso no ha ocurrido.

Este proceso fue cuestionado por la exministra Arrobo y no se conoce si siguió en marcha.